El ser humano nunca deja de sorprender ¿hasta que punto las personas hacen lo que se les permite?
El caso es el siguiente hace unos meses una mujer escribe una carta en la que afirma que durante una época de su vida un individuo, se interpuso entre su expareja y ella, un hombre de aspecto apacible aparentemente inofensivo.
Su intención era malmeter acudiendo a todo tipo acciones exegrables hacia ella, la mujer fue sometida acoso, vejaciones, insultos, y finalmente todo ello repercutió en su salud teniendo que pedir ayuda profesional.
Esto seria un caso más sino fuera por que el mal metedor siguió reincidiendo años después lo que supuso que ella se atreviera a escribir la carta.
Todo ello aclara hasta que punto nos hacen lo que permitimos y al salir indemne el comportamiento prosigue, quizás esta carta tardo mucho en ser escrita, quizás esta mujer dudo en muchas ocasiones hasta que posiblemente vio que ya había demasiadas victimas y reunió valor para enviárla a una víctima del acosador, difamador, conocido en la red por Tabhu.
Gracias a esta mujer hoy por hoy se saben muchas cosas, sobre todo que el no es la víctima sino el verdugo de al menos dos mujeres por meterse donde no le llaman y otros tantos casos de acoso, sexual o no, agresión.
Moraleja, cuidado de las aguas mansas ..., se puede mentir un tiempo a la gente no para siempre, ahora se puede decir que el tal Tabhu es un individuo indeseable los fondos bajos que tienen internet.
